Fadó, fadó, fadó a bhiín ann… En una ocasión, hace mucho tiempo Jack llegó buscando trabajo a casa de rico labrador que vivía cerca de un castillo.
El castillo estaba embrujado y el labrador había perdido en el a varios miembros de su familia. Le ofreció a Jack el siguiente trabajo: si pasaba en el castillo toda la noche y por la mañana seguía vivo, le daría una bolsa de monedas de oro y también la mano de su hija.
Así fue como el joven se vio dentro del castillo. Había un gran fuego en una enorme chimenea y una mesa con una botella, un vaso y una jarra de ponche.Jack leyó una sarta de plegarias en un libro que llevaba y se sentó a esperar.
Al cabo de un tiempo sintió que alguien golpeaba la habitación en el piso de arriba. Y, de repente, se abrió un agujero en el techo al tiempo que una voz decía:
- Que me caigo, que me caigo!
- Cáete, le dijo Jack.
Y, sobre el piso, cayeron un par de piernas que se encaminaron a un extremo y allí quedaron.
Los pelos de Jack se pusieron de punta pero de nuevo regresaron los gritos y esta vez cayó el tronco que se fue a posar encima de las piernas.Luego llegaron la cabeza y los hombros hasta que el hombre quedó completo.
Otros dos hombres vinieron tras él y comenzaron a dar le patadas a una pelota. Jugaban dos contra uno.
Jack estaba aterrorizado pero sacó fuerzas para decirle al que estaba solo:
- Señor, usted es uno y los otros dos, me voy a unir a usted y seremos dos contra dos.
- El partido duró toda la noche y cuando comenzaba a amanecer Jack notó que los fantasmas querían decirle algo.
- De manera que dijo:
- Caballeros, ya que rematamos el partido, ¿seríais tan amables de decirme por qué venís aquí noche tras noche y cómo podría ayudaros a dar descanso as vuestras almas?
- Sabias palabras, le dijo uno que sentó junto a él. Algunos de los que te precedieron jugaron con nosotros pero ninguno tuvo la suficiente MISNACH (energía) para hablarnos. Yo soy el padre del hombre que te contrató y este es mi padre y el otro mi abuelo.
De vivos adorábamos el dinero, éramos ruines, nunca pagábamos las deudas y casi matamos de hambre a nuestros trabajadores. Aquí tienes el dinero y los tesoros acumulados en nuestra vida y también los documentos con los nombres de las personas a las que perjudicamos.
Dile a mi hijo que pague a toda esa gente, que salde nuestras deudas. Después vuelve aquí y si no escuchas nada es señal de que estamos en paz y podrás casarte con mi nieta cuando quieras.
A la mañana siguiente cuando el labrador vio vivo a Jack no lo podría creer. Y, cuando éste le contó lo que tenía que hacer, inmediatamente se puso a la tarea.
Devolvió, con la ayuda de Jack, a todo el mundo de la lista su dinero.
Cuando Jack regresó al castillo a pasar la noche se quedó dormido tranquilamente delante del fuego.En sueños le pareció ver tres pájaros blancos que volaban por el cielo.
Jack se casó por fin con la hija del labrador y vivieron en aquel castillo. Fue muy feliz con su familia y siempre fue generoso con los demás porque tenía muy en cuenta aquella historia que vivió.
Pero lo que nadie sabe es que una vez que hallaron la paz, ¡la que montaron los fantasmas en el cielo!
Me gustan los cuentos de todos los sabores, de todos los colores, de todos los olores...pero, mis preferidos son los que cuenta un niñ@ especialmente si se narran a través de la ilusión de sus dibujos.
Aquí encontrarás un rincón donde la fantasía, la imaginación, los valores y la emoción tienen su hogar.
Pedro tenía una cometa que le cantaba cada vez que la izaba al vuelo - Súbeme más alto Pedro!. ¡Arriba, arriba! Éste emocionado le hacía caso y la elevaba un poco más. Cuando no hacía viento la cometa no podía volar, por lo que pasaba el rato contándole a Pedro lo que veía desde lo alto del cielo y él quedaba muy asombrado con lo que decía: - Veo niñ@s, niñ@s que me miran y sonríen, me señalan y me dicen ¡guapa!. Danza en el aire, baila tu canción, ¡cuentanos un cuento lleno de emoción!. Por eso, cada vez que los niñ@s ven una cometa son felices porque escuchan su canto convertido en un relato.Hoy voy a poner mi cometa a volar ¿quieres ser feliz oyéndola cantar?.
1 comentario:
Muy interesante el cuento
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