Cuando Dios estaba creando el mundo, lo último que hizo, lo que mejor le salió de todo, fue GALICIA.
Y cuando ya acabó de hacer este lugar, colocó sus posaderas en el monte de Santa Tecla para descansar un poco y contemplar mejor su obra.
Ocurrió que no se sentó bien y, para no caer y quedar en ridículo, apoyó una mano.
Con el peso, quedaron marcados en el suelo sus dedos, de esta manera el mar entró por aquellas marcas tierra adentro. Y así fue como los cinco dedos formaron las cinco Rías Bajas: la de Vigo, la de Pontevedra, la de Arosa, la de Muros-Noya y la de Cee-Corcubión.
Cuando levantó la mano y la sacudió, el barro cayó a montones sobre el mar, formando de esta manera las islas Cíes, las Sisargas, Ons y Oncela, Sálvora, Arosa y la demás islas gallegas.
¡Un auténtico paraíso! ¡LA BENDICIÓN DE DIOS"
(Adaptación del cuento de Xosé Miranda y Antonio Reigosa
Imagen presentación: Rías de pulpo, poesía visual del Ceip de Aguiño, Personal no docente)
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