Érase una vez un matrimonio que no tenía hijos. Estaban muy apenados y cada noche suspiraban por tener uno. Una noche que habían acampado en el bosque, la mujer fue a buscar agua a un riachuelo, y allí encontró a una anciana que le dijo:
- Lloras por un hijo, ¿verdad? Parte una calabaza, echa dentro leche y bébetela. ¡Tendrás un hijo que será rico y feliz!
Y dicho esto, la anciana desapareció, dejando tras ella un intenso perfume de nardos.
La mujer regresó a su carro a toda prisa y le explicó a su marido el extraño consejo. Los dos corrieron a buscar una calabaza para hacer lo que había dicho la anciana.
Pasados nueve meses tuvieron un hijo al que llamaron YOSA.
Durante mucho tiempo fueron una familia muy feliz, hasta que los padres murieron. Entonces el muchacho se dijo:
- ¿Qué voy a hacer aquí solo? ¡Me iré a ver mundo!
Fue de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, hasta que llegó a la ciudad más grande del país, cuyo rey tenía una hija bellísima y un tesoro que ofrecía, junto a la mano de la princesa, a aquel que supiera hacer algo insólito, y que fuera, además, bueno para todo el mundo.
Yosa fue a ver al rey y le dijo:
- ¿Qué debo hacer para casarme con vuestra hija?
- ¿ Tú quieres casarte con mi hija? ¿Cómo vas a ser capaz de hacer algo nuevo y bueno si no eres más que un pobre vagabundo? ¡Llevadlo a la cárcel!
Y encerraron al muchacho en una mazmorra oscura como la boca de um lobo. Allí estaba, triste, cuando de repente una bellísima dama se le apareció envuelta em un intenso perfume de nardos. Era Matuya el hada de los pájaros.
El hada le dijo:
- Todavía te puedes casar con la princesa. Aquí tienes una calabaza y una varita. Arranca algunos cabellos de mi melena y ténsalos de un extremo al otro de esta calabaza y de la varita.
Con mucho cuidado, el muchacho le arrancó un mechón de cabello y tensó los cuatro cabellos más rubios a lo largo de la calabaza, y el resto, a lo largo de la varita.
- Con esta calabaza haremos un violín. Con el podrás conseguir que las persoas se pongan tristes o contentas. Si están tristes, se alegrarán, y si están contentas, llorarán.
Matuya hizo un agujero en forma de efe a ambos lados de la calabaza. Colocó uno de los agujeros delante de la boca y empezó a reír y a reír para meter muchas risas en su interior. Después, se puso el otro agujero ante los ojos y empezó a llorar y a llorar para introducir muchas lágrimas en su interior.
Yosa pasó la varita por encima de la calabaza, frotando los cabellos del hada. Nacieron unas notas que jamás se habían escuchado. Unas canciones tan hermosas que emocionaban los corazones alegres y alegraban los corazones
Los carceleros le pidieron a Yosa que tocara más y más. Pero él les dijo que lo llevasen ante el rey.
Ya en presencia del rey, el joven exclamó:
- Ahora rey escuchadme. Se hacer algo nuevo y bueno, distinto de todo- y empezó a tocar el violín.
Todos quedaron embelesados y tenían ganas de bailar o de cantar siguiendo la música de aquel instrumento.
El rey quiso que se casase con la princesa y que, cada día, en palacio se escuchasen las notas de aquel instrumento que tanto placer y tanta paz llevaban a los corazones de la gente.
Me gustan los cuentos de todos los sabores, de todos los colores, de todos los olores...pero, mis preferidos son los que cuenta un niñ@ especialmente si se narran a través de la ilusión de sus dibujos.
Aquí encontrarás un rincón donde la fantasía, la imaginación, los valores y la emoción tienen su hogar.
Pedro tenía una cometa que le cantaba cada vez que la izaba al vuelo - Súbeme más alto Pedro!. ¡Arriba, arriba! Éste emocionado le hacía caso y la elevaba un poco más. Cuando no hacía viento la cometa no podía volar, por lo que pasaba el rato contándole a Pedro lo que veía desde lo alto del cielo y él quedaba muy asombrado con lo que decía: - Veo niñ@s, niñ@s que me miran y sonríen, me señalan y me dicen ¡guapa!. Danza en el aire, baila tu canción, ¡cuentanos un cuento lleno de emoción!. Por eso, cada vez que los niñ@s ven una cometa son felices porque escuchan su canto convertido en un relato.Hoy voy a poner mi cometa a volar ¿quieres ser feliz oyéndola cantar?.
1 comentario:
buena me gusto al instante el cuento
es algo realmente bello
felicitacones al creador de este cuento
saludos desde GUATEMALA
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