Érase que se era...
Una tarde de lluvia...
Una cabaña en el bosque...
Una caja de caracoles recién cogidos...
Y un niño muy, muy, muy aburrido.
Érase que se era...
LA IMAGINACIÓN...
que todo lo puede.
Y transforma a unos simples caracoles...
en trapecistas... acróbatas....
De esta manera...
Lo que empezó siendo...
muy, muy, muy aburrido...
Acabó siendo...
¡Estupéndamente divertido!
¡Como en una tarde de circo!
1 comentario:
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Cuántas veces que oímos: "mamá, me aburro".
Como nos ayuda la imaginación a borara esa palabra del diccionario.
Un saludo
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