¡Vaya por Dios! ¡Acabamos de celebrar el Día del Libro y hay un niño que se dedica a comerlos! Claro, el empacho es tremendo y decíde volver a una comida más sana como el brócoli.
Un cuento divertido que en realidad es un homenaje a lo que nos puede enseñar un libro.
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