Esta noche, la Luna está redonda y blanca. Se refleja en los mares, en los océanos, en los lagos... Y se encuentra muy guapa.
La Luna también se contempla en el pozo de Martín. Pero al ir a mirarse, se asoma demasiado y cae dentro del pozo: ¡plaf!
Martín se despierta sobresaltado. Sigiloso, se va a mirar a ver qué ha pasado.
Cuando llega al pozo un rayo de luz asoma, al mirar dentro, un gran círculo de luz deslumbra desde el fondo. ¡Es la luna!
Sin perder tiempo, Martín baja el cubo hasta el fondo del pozo y la Luna se mete dentro. Pero... ¿cómo hacer para que vuelva al cielo?
Martín va al granero y vuelve con diez aviones teledirigidos. Ata una cinta a cada avión y después le dice a la luna:
- Sujétate bien a estas cintas. Sobre todo, no las sueltes.
Antes de poner en marcha los aviones se acerca a la luna y le da un espejo.
- Toma este espejo, le dice, para que puedas contemplarte sin peligro.
La luna se sonroja, recoge el espejo. Despacio, impulsada por los aviones, se eleva hacia el cielo.
Desde entonces, todas las noches de luna llena, sonríe recordando a Martín y cómo la devolvió al cielo.
Martín le devuelve la sonrisa con una hermosa canción.
La Luna también se contempla en el pozo de Martín. Pero al ir a mirarse, se asoma demasiado y cae dentro del pozo: ¡plaf!
Martín se despierta sobresaltado. Sigiloso, se va a mirar a ver qué ha pasado.
Cuando llega al pozo un rayo de luz asoma, al mirar dentro, un gran círculo de luz deslumbra desde el fondo. ¡Es la luna!
Sin perder tiempo, Martín baja el cubo hasta el fondo del pozo y la Luna se mete dentro. Pero... ¿cómo hacer para que vuelva al cielo?
Martín va al granero y vuelve con diez aviones teledirigidos. Ata una cinta a cada avión y después le dice a la luna:
- Sujétate bien a estas cintas. Sobre todo, no las sueltes.
Antes de poner en marcha los aviones se acerca a la luna y le da un espejo.
- Toma este espejo, le dice, para que puedas contemplarte sin peligro.
La luna se sonroja, recoge el espejo. Despacio, impulsada por los aviones, se eleva hacia el cielo.
Desde entonces, todas las noches de luna llena, sonríe recordando a Martín y cómo la devolvió al cielo.
Martín le devuelve la sonrisa con una hermosa canción.